lunes, 30 de abril de 2007

En bici

Siempre les pedí a los Reyes una bici. Miraba con desconsuelo a mis amigos correr arriba y abajo en la calle. Me sentaba en el bordillo y los veía acercarse en grupo pedaleando y conversando. Uno de ellos, Mani, mi mejor amigo me la prestó un día, pero claro, yo no sabía ni como sentarme en ella, así que disimulando mi nerviosismo puse un pie en el pedal y.....empujé. La torta fue más sonora que dolorosa y yo, con mi ego por los suelos, al igual que mi desconchado cuerpo, me levanté y lo volví a intentar con parecido resultado. Al día de hoy tengo claro que quien me enseño, fueron los cardenales en mis rodillas, tobillos, brazos y hasta alguno en la cabeza. Por cierto, jamás, jamás los reyes me trajeron la bici y.....mira que me portaba bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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